El Hierro ocupa el lugar más SO. de todas las Islas Canarias (y de España) y dista solamente 300 Km del Trópico de Cáncer.
Pese a ser la menos visitada y poblada de todas, la isla guarda una gran diversidad de paisajes y clases de vegetación que la hace ser un auténtico paraíso para los senderistas.
La ruta más frecuentada y conocida de la isla, es el llamado Camino de Jinama, una espectacular senda que salva el desnivel entre el Golfo, en las inmediaciones de la localidad de Frontera y las alturas del interior. En su recorrido se contemplan impresionantes panorámicas del Golfo, todo ello rodeado de una exuberante vegetación.
En su origen forma parte de la red de caminos que trazaron los habitantes de la isla a lo largo de los siglos, en que realizaban la trashumancia hasta cuatro veces al año comunicando comarcas y poblaciones.
El camino se utiliza también cada cuatro años en la romería de la Virgen. En su recorrido se puede descubrir una gran variedad de plantas características de la Laurisilva.
Partiendo del Mirador, hay que descender un desnivel de casi 700 metros. Las vistas que se disfrutan en todo su recorrido sobre el Golfo y la parte SE. de la isla son espectaculares.
Inicio de ruta:
La ruta se inicia, como se ha referido, desde la meseta o el Mirador de jinama, atravesando un arco hecho con el tronco curtido de una sabina.
En el lugar hay habilitado en su entorno paneles indicativos, un aparcamiento y una zona de mirador donde las vistas sobre el Golfo son significativas. Hay mesas, por lo que el lugar es perfecto para reponer fuerzas.
En el primer tramo, en la cumbre, nos adentramos en el bosque. El firme está cubierto de lajas de piedra por lo que puede estar húmedo y resbaladizo y hay que caminar con precaución, sobre todo si lo realizamos bajando.
Vamos dejando atrás poco a poco el mirador y pasamos por un ensanche del sendero, fresco y umbrío llamado la "Cueva de las Pipas".
Unos metros más adelante, mientras disfrutamos del húmedo paraje de la laurisilva, pasamos junto al "al descansadero de la Virgen" con un altar y una pequeña fuente.
Llegando abajo, vamos dejando los últimos sembrados hasta dejar el sendero e incorporarnos en la carretera, habiendo pasado por el gran desnivel y dicurriendo por la gran meseta de nisdafe, que ocupa los llanos centrales de la isla.
Ya llegando a las inmediaciones de la ermita de Nuestra Señora de la Candelaria, ubicada al NE de la población, su parte más alta, a 360 metros de altitud.
Pese a ser la menos visitada y poblada de todas, la isla guarda una gran diversidad de paisajes y clases de vegetación que la hace ser un auténtico paraíso para los senderistas.
CAMINO DE JINAMA
En su origen forma parte de la red de caminos que trazaron los habitantes de la isla a lo largo de los siglos, en que realizaban la trashumancia hasta cuatro veces al año comunicando comarcas y poblaciones.
El camino se utiliza también cada cuatro años en la romería de la Virgen. En su recorrido se puede descubrir una gran variedad de plantas características de la Laurisilva.
Partiendo del Mirador, hay que descender un desnivel de casi 700 metros. Las vistas que se disfrutan en todo su recorrido sobre el Golfo y la parte SE. de la isla son espectaculares.
Inicio de ruta:
La ruta se inicia, como se ha referido, desde la meseta o el Mirador de jinama, atravesando un arco hecho con el tronco curtido de una sabina.
En el lugar hay habilitado en su entorno paneles indicativos, un aparcamiento y una zona de mirador donde las vistas sobre el Golfo son significativas. Hay mesas, por lo que el lugar es perfecto para reponer fuerzas.En el primer tramo, en la cumbre, nos adentramos en el bosque. El firme está cubierto de lajas de piedra por lo que puede estar húmedo y resbaladizo y hay que caminar con precaución, sobre todo si lo realizamos bajando.
Vamos dejando atrás poco a poco el mirador y pasamos por un ensanche del sendero, fresco y umbrío llamado la "Cueva de las Pipas".
Unos metros más adelante, mientras disfrutamos del húmedo paraje de la laurisilva, pasamos junto al "al descansadero de la Virgen" con un altar y una pequeña fuente.
Durante el recorrido encontramos antiguos descansaderos y entrantes que se usaban para realizar paradas y dar alimento a los animales que acompañaban a los caminantes. Estos lugares están señalizados. Pasaremos el llamado "Mocán de los Cochinos", lugar donde se amarraban a los cerdos.
Una vez pasado este tramo, comenzamos a perder altitud rápidamente. El camino va realizando zigszags por la ladera para suavizar la fuerte pendiente. La progresión es fácil en todo caso ya que el sendero se halla muy cuidado y siempre acompaña una muralla vegetal que amortigua la sensación de vacío que tenemos a un lado del sendero.
Tras nosotros vamos dejando la abundante vegetación que recubre toda la pared rocosa del Golfo y nos parece increíble que pueda existir una senda que salve el fuerte desnivel, ya que se apariencia es de un muro casi vertical.
Ya llegando a las inmediaciones de la ermita de Nuestra Señora de la Candelaria, ubicada al NE de la población, su parte más alta, a 360 metros de altitud.
 |
| Ermita de La Candelaria |
CAMINO DE JINAMA
- Dificultad: Alta-Media (Por la fuerte pendiente)
- Ciclable: No
- Circular: No
- Inicio: Meseta de Nisdafe/Mirador de Jinama
- Tiempo total: 1 h 47m
- Altitud mínima: 360m
- Altitud Máxima: 1.241m
 |
| Perfil topográfico |
Nisdafe es una meseta encuadrada en una comarca natural en la isla de El Hierro (Canarias, España), entre 900 y 1.200 msnm, al tratarse de una zona húmeda adecuada para el desarrollo agrícola, a su alrededor se ha asentado parte de su población.
La meseta conoce desde el siglo XV el establecimiento de los primeros asentamientos de población (La Albarrada, Las Montañetas, Tiñor, etc.), en cotas superior a los 500 m. y en sectores muy ocultos desde el mar con objeto de protegerse de los ataques exteriores. La necesidad de tierras aptas para el cultivo determino la roturación de amplias superficies de La Meseta y Los Barrios, en disminución del monte verde.
Nisdafe, hacia el norte, enlaza con una rampa de contrastadas pendientes que desciende regularmente hacia la costa, donde existen cantiles verticales de hasta 400 m. En ella el vulcanismo subhistórico que prolonga la alineación volcánica de la incipiente dorsal ha construido pequeñas islas bajas (Las Calcosas y Tamaduste).
En las tierras altas centrales de la isla de El Hierro, nos encontramos con los elementos morfológicos más destacables de esta meseta, los conos volcánicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario